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Qué es y por qué hay que tenerlo en cuenta
A grandes rasgos, el clima organizacional hace referencia a las sensaciones e impresiones que tienen o reciben los colaboradores de la organización en relación con el ambiente laboral.
Y una previa: una mesa de billar no cambiará el ambiente de la organización.
El clima organizacional o laboral es la percepción global subjetiva que tienen los trabajadores del ambiente de trabajo. Dicha percepción incluye un amplio rango de temas: productividad, satisfacción, rendimiento, apoyo, objetivos, políticas y ambiente. Es un tema estudiado desde la década de 1930, consecuencia de la preocupación por la influencia directa entre el estado de ánimo del trabajador y su desempeño o productividad.
Características
Las características del clima organizacional son:
- Es una valoración subjetiva y personal de los miembros de la organización, según su personalidad, valores y percepción.
- Se ve condicionado por las situaciones personales y particulares.
- No implica continuidad, ya que puede variar ante cualquier nuevo input o cambio en el ecosistema laboral de la organización.
- A su vez, los elementos que integran esa percepción son variables para cada individuo a lo largo del tiempo. En este sentido, los procesos o tareas no condicionan el clima organizacional, ya que dos individuos pueden llevar a cabo el mismo trabajo y tener una percepción opuesta sobre el ambiente laboral.
- El clima laboral y su valoración es resultado de la combinación de expectativas, comportamientos, actitudes y otras valoraciones personales de cada trabajador. En cambio, por parte de la organización, el clima laboral se verá influido por los entornos cultural, sociológico y empresarial concretos.
- En cualquier caso, el clima de la organización influirá en el comportamiento individual de sus miembros.
Tipos de clima organizacional
El clima organizacional se tipifica en dos grandes grupos: autoritario y participativo. Ambos se subdividen en dos categorías:
Este clima genera una importante insatisfacción en la plantilla.
En general, este sistema fomenta actitudes hostiles. La irresponsabilidad generada respecto a los objetivos y la insatisfacción son parte de este clima organizacional.
Las relaciones y la comunicación son descendentes, con una frecuente participación ascendente y lateral.
Este ambiente logra actitudes favorables y una satisfacción media en sus plantillas.
La comunicación y las relaciones se crean en todas las direcciones, con la plantilla haciendo equipo con la dirección de la organización. En la misma línea, los objetivos se determinan mediante la participación en grupo, con plena aceptación por parte de los trabajadores.
Consecuencias de un clima negativo
La gestión deficiente del clima laboral puede generar ciertos problemas:
- Disminución de la productividad y de la calidad de la atención.
- Quejas y comentarios negativos (“ruido”) interno y externo.
- Individualidad y competitividad en las tareas establecidas.
- Mayor rotación y gastos en recursos humanos, por contrataciones y capacitaciones nuevas.
- Pérdida de talento por abandono.
- Bajo compromiso y baja motivación.
- Impuntualidad y absentismo.
- Baja participación, creatividad e innovación.
Beneficios de un buen clima organizacional
Lograr un buen clima organizacional en un entorno de trabajo permite alcanzar ventajas importantes para la consecución de los objetivos de la organización:
- Un ambiente cómodo sin tensiones facilita la comunicación y la relación entre los miembros.
- Con un clima relajado y positivo se incrementan las ganas de trabajar y el interés por emprender e innovar.
- La comunicación, el sentimiento de pertenencia al grupo y el reconocimiento son importantes en la felicidad laboral.
- Evita el absentismo laboral.
- Mejora la productividad, optimizando tiempos y recursos, a la vez que se logra el desarrollo personal y profesional.